El éxito

El éxito. La fama. Ser reconocido. Aplaudido. Alabado. Buscado. Valorado. Tener un nombre. Una marca. Prestigio. Fama.

El silencio. La soledad. La humildad. Lo sencillo. Lo pequeño. Una vida escondida… ¡en Dios!

Silencio.

En medio de la guerra. De la batalla. Ante un ejército inmenso.

Silencio.

En medio de los gritos insaciables e infinitos de un niño pequeño que llora y llora sin cesar, día tras día, noche tras noche.

Silencio a todos los niveles.

Y una suave brisa que recorre y refresca en silencio el fuego abrasador del desierto.

Custodiar el silencio. El corazón. La mirada. La mente. El corazón. Custodiar la vida. A todos los niveles. En todos los sentidos.

Custodiar. Bendecir. Alabar. Dar gracias.

La sabiduría del desierto. La sabiduría del silencio. De lo pequeño. Lo amable. Lo sencillo. Lo real. Lo auténtico.

El morir. El entregar la vida.

Mi éxito y mi fama es mi misma vida. Mi existencia. El estar vivo.

Mi éxito y mi fama es mi familia. Mi esposa. Mis hijos. Ser reconocido en ellos y por ellos.

El trabajo bien hecho. Levantarme. Ponerme en camino.

Mi éxito y mi fama es mi Comunidad. Ahí soy conocido y amado. Respetado.

En el silencio. En la salud. En la enfermedad. En la alegría. En la tristeza.

¿El éxito y la fama del mundo? Solo humo. Aire. Espejismo. Pájaros volando. Cantos de sirena. Castillo de naipes. Casa sobre arena.

¿Mi éxito y mi fama? ¡Ser hijo de Dios!

Solo valgo en Dios. Con Dios. Para Dios.

Mi existencia. Mi éxito.

Solo Dios.