La iglesia está viva

 Este fin de semana he estado en el retiro de El Escorial, que ha dirigido el P.Salvador .
Es una inyección de Espíritu Santo , que aun hoy necesitaré tiempo para orar y asimilar.
Ha sido un intenso recorrido desde el minuto cero hasta el encuentro de misericordia y amor , del Señor.
Cuando cada paso te va llevando a lo que de verdad necesitaba que era  salir en paz con Dios, y los demás y por tanto conmigo misma.
Podría detallar mas pero lo necesario en estos encuentros siempre se da.
Unos sacerdotes santos, entregados a colaborar con el Reino de Dios.
Con ideas claras del evangelio, y el celo por transmitirlo, agotador ritmo para que nadie quede sin atender, y ayudar.
Necesitamos de guías y personas olvidadas de si mismas para la entrega. Son un ejemplo y por eso quiero testimoniar .
La Iglesia está viva  , y nos lleva a la Alegría de Verdad. Seguiré asistiendo a estos encuentros siempre que necesite.
Muchas gracias !!!

Jesús Eucaristía está siempre a nuestro lado

Habla el cura que encontró el cáliz intacto en Paiporta: «Estaba como yo lo había dejado»

Salva Romero celebró la Eucaristía en mitad de la DANA y fue testigo del inexplicable suceso. «El agua subió hasta los dos metros, pero el cáliz y el corporal estaban sin una mota de barro», asegura a Alfa y Omega

En los últimos días ha circulado en redes sociales un vídeo en el que se aprecian un cáliz y un corporal intactos en la parroquia de San Ramón Nonato, de Paiporta, que fue gravemente afectada por las inundaciones provocadas por la DANA. Los objetos litúrgicos aparecían impolutos, sin una mota de barro, a pesar de que la altura del agua en la sacristía en la que se encontraban llegó hasta los dos metros de altura.

Alfa y Omega ha podido hablar con el párroco del templo, Salvador Romero, que fue el que dejó el cáliz y el corporal en la mesa de la sacristía y quien se los encontró al día siguiente tal y como los había depositado el día anterior. Todo comenzó con la alerta roja lanzada por las autoridades. En ese momento, en vez de buscar refugio, «decidí celebrar Misa», asegura el sacerdote en conversación con este periódico. Estuvieron presentes solo cinco personas: el celebrante, la sacristana, la madre del sacerdote y dos feligreses.

«A mitad de Eucaristía empezó a entrar agua dentro de la parroquia y en el momento de comulgar ya nos llegaba por debajo de la rodilla», rememora Romero. Al concluir, el sacerdote dejó «el cáliz y el corporal en la mesa de la sacristía», asegura, «y empecé a colocar en alto cosas como las casullas y otras por el estilo». La tarea, sin embargo, se vio abruptamente detenida al subir el nivel del agua hasta la cintura. «Entonces, tuve que poner a mi madre a salvo en las plantas superiores», donde está situada la vivienda parroquial de San Ramón Nonato.

Cuando abandonaron la sacristía, el agua comenzó a subir «muy, muy, muy rápido», asegura el presbítero. Tanto que alcanzó, al menos, los dos metros de altura. «Cuando empezó a remitir el agua y pude acceder al templo, al día siguiente», Romero se encontró una imagen de gran destrucción. «Estaba todo absolutamente embarrado. Sin embargo, el cáliz se encontraba en el mismo sitio donde lo había dejado y el corporal, también, totalmente blanco sin ningún tipo de mancha», confirma el sacerdote.

—¿En qué pensó cuando vio la escena?

—Pues que aquello tenía sentido al haber decidido celebrar la Misa, y también pensé que Jesús Eucaristía está siempre a nuestro lado.

Salvo el cáliz y el corporal, «por aquí lo hemos perdido todo», asegura. «Ahora estamos limpiando lo más rápidamente posible para poder habilitar un lugar donde poder almacenar el material con el que paliar las necesidades más urgentes de los vecinos». Lo que tampoco han perdido ha sido la Misa y la comunión diaria. «Desde el día de la DANA estoy celebrando la Misa todos los días a las 18:00 horas en el mismo sitio —la segunda planta— a donde subimos para refugiarnos de la riada», concluye Romero. «Las intenciones son obvias: por todas las personas difuntas, sus familiares y todos los afectados. Esto ha sido lo más duro de todo. Horrible».

Para ver el vídeo del milagro,pincha aquí: https://youtu.be/Xr9v_dJs63U?si=k74vckvAKKXrIgS-

Cuando vuelva, quiero bautizarme

Un Encuentro de Fe en San Ramón Nonato: Testimonio de Transformación y Esperanza

En la parroquia de San Ramón Nonato de Paiporta, un joven vasco vivió una experiencia que cambiaría el rumbo de su vida. Llegó como voluntario, con el simple deseo de ayudar, sin imaginar que, a través de este servicio, su corazón y su fe serían profundamente transformados.

Durante su estancia, fue testigo de la dedicación y entrega de Don Salvador Romero Abuin, el párroco, cuya fe inquebrantable y trabajo incansable inspiran a toda la comunidad.
Don Salvador lleva cinco años al frente de la parroquia, y desde su llegada asumió no solo el cuidado espiritual de los fieles, sino también la mejora de los espacios parroquiales.
Fue él mismo quien, hace algunos años, en las mañanas se quitaba el cleriman y tomaba las herramientas en sus manos y, como un albañil más, trabajaba para transformar los antiguos salones en acogedoras habitaciones y baños. Su intención era construir un lugar donde pudieran realizarse retiros y encuentros espirituales, un espacio para acoger a quienes quisieran encontrar paz y guía en su vida.

Después de las recientes inundaciones la parroquia se enfrenta a grandes desafíos, y desde el primer día del desastre, Don Salvador no ha dejado de celebrar la eucaristía ni un solo día. Consciente de que es en la presencia de Dios donde encuentra la fuerza para continuar; cada eucaristía diaria se ha convertido en un momento vital, no solo para él, sino para toda la comunidad que participa en la recuperación de la parroquia y en la ayuda a quienes más lo necesitan.
La eucaristía diaria es el pilar que sostiene y renueva las fuerzas de todos los que trabajan arduamente en este tiempo de reconstrucción.

Para el joven voluntario, el momento más profundo llegó cuando fue invitado a la misa celebrada en la capilla improvisada en la parte superior de la vivienda de Don Salvador.
En aquella eucaristía, sencilla y llena de fervor, el joven experimentó una paz y una presencia que jamás había sentido. Fue allí, en ese encuentro íntimo con Dios, donde el joven encontró respuestas a las preguntas más profundas de su corazón.

Al finalizar el servicio y conmovido por todo lo vivido, el joven expresó unas palabras que reflejaban el milagro de su transformación: “Cuando vuelva, quiero bautizarme”.
Aquella afirmación, sencilla y sincera, emocionó profundamente a todos los presentes.
Dios, siempre encuentra un modo de revelarse cuando quiere rescatar un alma, quiso que, en ese momento de necesidad y ayuda, este joven descubriera Su amor y Su presencia de una forma tan clara que tocaría su vida para siempre.

Esta historia es un testimonio vivo de cómo el amor de Dios se manifiesta incluso en medio de la adversidad más dura, en el trabajo y el servicio de quienes luchan para levantar lo perdido tras la crisis.
En medio de la destrucción y la incertidumbre, el compromiso de Don Salvador y de la comunidad que, día tras día, se arremanga para reconstruir lo que las aguas arrebataron, es una señal de esperanza.

La obra de Don Salvador, su entrega diaria en la eucaristía y su incansable labor de restauración han convertido a esta parroquia en un faro de fe, recordándonos que Dios se hace presente en cada acto de amor, en cada esfuerzo, y en cada alma que se acerca en busca de paz.

Que la fe y el ejemplo de la Parroquia de San Ramón Nonato – Paiporta sigan inspirando a muchos más a descubrir el poder transformador de Dios en sus vidas y a encontrar, aún en medio de las crisis, la certeza de que siempre es posible renacer.

Una Parroquia en Reconstrucción

Crónicas Después de la DANA:

No es tan fácil poner en palabras el diario vivir de la parroquia pero voy a intentarlo. Hay algo en el aire, en cada rincón de este lugar, que refleja tanto las marcas de la tormenta como la esperanza que queda en pie. Le llamaremos Crónicas después de la DANA, porque este es el testimonio de una comunidad que, a pesar de las pérdidas y el caos, sigue adelante, resistiendo y confiando.

La DANA que tomó por sorpresa, y causó tantos estragos también entre otros nos dejó sin los instrumentos de música, y sin los libros que Don Salvador Romero ofrecía en los retiros dedicados a la nueva evangelización.
Los espacios que antes resonaban con alabanzas y palabras de fe hoy están invadidos en otros asuntos, aunque la fe y la esperanza se mantienen vivas.

Lo que la tormenta intentó llevarse, el espíritu de nuestra comunidad lo está recuperando poco a poco, con cada gesto de ayuda, cada palabra de aliento, y cada oración compartida.

Ver el altar, las salas de catequesis, y la sacristía tocados por el agua y el barro nos recuerda que incluso los lugares más sagrados pueden sufrir, pero también nos habla de nuestra capacidad de reconstruir y reavivar la fe.

Sabemos que lo material que se perdió se recuperará, pero el verdadero milagro está en la forma en que esta comunidad se mantiene unida, en la fortaleza que cada día se descubre, se siente o se palpa y esa solidaridad que se puede ver cada día que pasa; con los voluntarios y hermanos que sigue firmes ayudando.

Hay días en que el dolor de la pérdida se hace más presente, y es difícil encontrar las palabras para consolar o animar.

Sin embargo, la palabra de Dios nos recuerda que “el Señor es mi pastor; nada me falta” (Salmo 23,1).

En medio de esta prueba, nos aferramos a esa promesa, confiando en que Él nos guiará por caminos de restauración, que su mano protectora está con nosotros, y que este será un tiempo de crecimiento y renovación, aunque ahora solo veamos escombros y un largo camino por recorrer.

En cada crónica que compartiremos, queremos contar no solo las pérdidas, sino también los pequeños milagros y grandes que se viven a diario en San Ramón Nonato.

Cada mano que ayuda a limpiar, cada donación que llega, cada sonrisa y abrazo que se ofrece, cada gesto de fe en medio de la adversidad es un recordatorio de que Dios está ahí.

En estos días de reconstrucción, lo que parecía destruido se está convirtiendo en un testimonio vivo de fe y esperanza.

Seguiremos adelante, compartiendo cada paso de este camino. Porque aunque la DANA intentó silenciar nuestras voces, nuestra fe sigue viva, y así continuará.

Vamos a dejar aquí fotos de esos pequeños milagros que llegan cada día. Una botella de lejía con un mensaje de ánimo, una carta de una niña llena de esperanza de Cómpeta(un pueblo de Málaga) , ayuda desinteresada, donaciones y mas donaciones son pruebas de que Dios está presente en las pequeñas cosas.

Estos detalles sencillos nos recuerdan que Su amor es la fuerza para seguir adelante, como señales de que Él obra en lo cotidiano y en lo humilde, poniendo Su sello en cada gesto de amor y solidaridad.
Gracias

La alabanza me ha dado vida

ALABADO SEA JESUCRISTO.
Querida comunidad, soy Vanesa de Madrid, quería dar mi testimonio de los frutos que por ahora veo de los 3 retiros que hice con vosotros.
Tratare de explicar lo que he recibido, porque es más espiritual que físico , aunque en el primer retiro de «Perdón y Misericordia» quede curada de un dolor de oido que llevaba tiempo padeciendo, ni con antibiótico curaba.

También mi madre que padece de artrosis crónica y la pobre cuando tiene brotes sufre muchísimo, seguí las oraciones de tu libro padre Salva y de como pedir al Señor sanación física, pues al instante aquella amenaza de dolor desapareció….
Impresionante aquello Padre……

Me han fascinado los 3 retiros, los hice seguidos, por los que he notado un camino ordenado y sanador, el ultimo de hace unos días en Valencia de «Renovados en el Espíritu» me encantó, me ha cambiado el interior, la forma de mirar, la forma de pensar… no sabría explicarlo, pero es como si hubiera madurado en la Fe, como si me hubieran regalado mas vida de DIOS, es decir, estar mas cerca de lo que verdaderamente le importa a JESÚS, el sufrimiento de las almas y su salvación.

Llegué al retiro con un sentimiento equivocado de mi vida, sin ilusión, no encontraba sentido a lo que hacia, bueno he de decir que tuve una gran conversión hace años, y ya camino en la Fe, JESÚS es el amor de mi vida y vivo por ÉL y para ÉL, de Misa diaria, de oración y demás, pero aún así, vivía ignorando Al ESPIRITU SANTO, por ignorancia claro y me faltaba vida.

Ahora veo que la Alabanza me ha dado vida, que conocer la vida en El Espiritu me llena de ilusion y ganas y que JESÚS me decía cuan grande es mi vida en Él.
También ahora comprendo tantas vivencias que he tenido en El Espíritu y no entendía.
JESÚS me dijo,»el que pierda su vida por Mi, la encontrara» ahora tengo la respuesta que necesitaba, aunque no tengo ni idea que quiere hacer conmigo…

Es un regalo haberos conocido, doy gracias a DIOS por vosotros.

Anhelaba estar más tiempo con el Señor

Llego del retiro de Renovación en el Espíritu, de la Comunidad Somos Hijos de Dios y decido poner por escrito algunos de los regalos recibidos en agradecimiento a la acción de Dios estos días.
Hice el seminario de Perdón y Misericordia en el mes de marzo.
Tras la muerte de mi madre   hace poco más de un mes anhelaba estar más tiempo con el Señor, sentir su ternura y escucharle. Pedirle luces.
La vida de esta comunidad me ha conmovido, sobre todo la oración continua, en comunión con el Padre Salvador y con nuestra Iglesia, por cada uno de nosotros.
La confianza en la acción del Espíritu y el servicio sencillo y alegre a cada persona. Latía la conciencia del valor de cada uno como Hijo de Dios y la seguridad de que es Dios quien actúa cuando quiere y como quiere.
El Espíritu Santo ha hablado en mi sin estridencias, «como una suave brisa» permitiendo ver mis heridas, mis trampas mentales, mi pequeñez e invitándome a ponerlo todo en sus manos.
Puedo con todo lo que me esclaviza porque estoy con Él, porque soy su hija amada y Él es mi Padre.
Estoy aprendiendo a renunciar a aquello que me oprime para que con su poder me libere y pueda vivir una vida plena, alabando y adorándole.
Gracias a Dios y también a SHD por ser instrumento de este regalo.

Retiro Renovados en el Espíritu. Octubre en Valencia

Sanada de la disnea

El sábado por la noche, en una de las actividades de la escuela profética, Verónica, una hermana que también asistió al retiro, me profetizó de acuerdo a una imagen algo que ella no entendia, pero que me lo dijo porque era lo que le ponia el Señor para mi. Me dijo que yo sintiera la brisa fresca, que respirara profundo, que respirara bien, que sintiera el viento, etc, ; lógicamente ella no entendia nada de lo que me estaba diciendo, pero yo si entendí inmediatamente lo que me queria decir el Señor, que me iba a sanar físicamente de una de mis afecciones.

Pasamos a dar testimonio de lo que nos había ocurrido y después el padre Salva y Adriana junto con todos los hermanos que estaban en el retiro, oraron por mi sanación física y empecé a sentir en mi cuerpo mucho calor; para mi, el Señor me estaba sanando.

Y es que en enero del 2022 me dio covid y una de las secuelas fue la disnea (no poder respirar bien). Después de varias pruebas neumologicas concluyeron que tenia una respiración disfuncional, que el volumen de oxígeno máximo se habia reducido y que mis músculos en general no funcionaban bien, incluidos los músculos que están involucrados en la respiración y como ya llevaba mucho tiempo asi , era una secuela permanente del covid, mejor dicho que me iba a quedar asi para toda la vida.

Ha pasado ya una semana del retiro y al realizar las actividades cotidianas que me generaban la dificultad para respirar (caminar, hacer algo de fuerza, subir escaleras, etc) , siento que en la mayoria de los casos no me está costando respirar como antes y si me cuesta, recuerdo las palabras que el Señor me dijo a través de Veronica que fueron «respira
profundo» «respirar bien » .. .

Desde el retiro no he vuelto a tener ningún episodio fuerte de disnea (dificultad para respirar) y puedo decir que el Señor es grande y maravilloso y por su misericordia estoy sanada. GLORIA A DIOS.

Retiro Renovados en el Espíritu, 18,19,20 de octubre en Valencia

Vivir la conversión como una niña

Después de este retiro solo puedo dar GLORIA a Dios.

Palabra que me regalaron al llegar  me invitaba a vivir la conversión como una niña, un pequeño.  Ese sentimiento lo tuve todo el fin de semana.
En el momento de la Unción , al final de la Eucaristía, del sábado experimenté lo que es estar en el Cielo o en la antesala del mismo. Vi la figura de Dios Padre esperándome a lo lejos y  a mi lado  a Jesús a quien yo acariciaba como una niña acaricia a su papa o hermano mayor. Sentí también que allí estaban mis familiares difuntos y vi las almas de mis hijos no nacidos.  Sentía tanto gozo y  paz que no me importaba morir en ese momento. Me sentía plena y le pregunté al Señor : ¿qué quieres de mi?. Y me dijo: lleva el Cielo a los demás! Creo que me confirmó esa misión .
Solo tengo que esperar que el Espíritu Santo vaya delante de mi.
Gracias por dármelo a conocer.

Retiro Renovados en el Espíritu 18,19,20 de octubre en Valencia

Empecé a sentirme mejor

Asistí al retiro «Discípulos de Jesús» que tuvo lugar en el mes de septiembre en Madrid.

El sábado por la noche yo estaba ya muy cansada y con dolores articulares musculares.

Yo necesitaba irme a la cama.

Pero durante la oración de sanación física, rezaron por mí el padre Salvador, Carlos y Marimar y componentes de la Comunidad Somos hijos de Dios.

Yo pedí por una sanación en concreto que no se dio, pero al poco de acabar de rezar por mí, empecé a sentirme mejor, sin ese cansancio ni dolores. Esto me permitió poder ir a la capilla, a la Adoración nocturna, donde estuve hasta las 3 de la mañana.

Al exponerse el Santísimo comencé a llorar, porque me hice consciente de como yo había herido a otros, como a mi hija y a mí misma… y tuve la necesidad de confesarlo con un sacerdote, al cual agradezco que estuvo confesando esa noche. A partir de ese momento empezó en mí una necesidad de cambio y una voluntad de evitar herir.

El ser consciente me está ayudando a renunciar a este tipo de comportamientos tan nocivos para mí, como para los que están conmigo.

Daros las gracias a los componentes de la Comunidad Somos hijos de Dios, tanto de Madrid como de Valencia, y los hermanos y hermanas que participaron en ese retiro.