Haz de mí lo que quieras

TESTIMONIO #119

Quiero dar testimonio de la Misa de Misericordia de hoy, 22 de mayo de 2022.

Han venido a rezar por mí varias veces durante la Adoración Eucarística y no había hablado con nadie de lo que llevaba en el corazón:

La mujer que ha intercedido por mí, me ha dicho de parte de Jesús que se derramaban ríos de agua viva desde Jesús-Eucaristía y que todo aquello que me perturba en mis pensamientos y emociones, era curado.

Este es mi mayor problema y lo que yo le pedía al Señor desde antes de venir, que me sanara interiormente; el padre Javier ha intercedido primero una vez y me ha dicho, «cree, cree, el Señor te está sanando», y, por petición de la mujer que ha intercedido por mí, ha vuelto a interceder en otro momento de la Adoración y sé que se lo ha revelado el Espíritu Santo porque nunca he hablado con él y ha dicho tres cosas que estaban en mi corazón: «creo Jesús, gracias por lo que estás haciendo», «gracias por mi vida» y «haz de mí lo que quieras» para que yo las repitiera.

Durante la oración le pedía a Jesús que me diera la fe porque me cuesta mucho creer y confiar, que lo hiciera por su Misericordia y no por mi fe; me cuesta ver mi vida como un regalo porque a menudo me angustio y vivo sin alegría, cosa que también han dicho durante la intercesión en la asamblea, de personas a las que les pasaba esto.

Y por último, llevo un tiempo en que veo que el Señor me pide una entrega mayor a Él y me da miedo que sean proyectos inabarcables para mí.

Por otra parte han dicho durante la Adoración que el Señor curaba a una mujer del vientre, que diera VIDA: me descubrieron un quiste ovárico hace meses y le pedía al Señor que se curase, y también «amada mía, esposa mía, mi paloma» citando al Cantar de los Cantares que me encanta, y que hoy se me ha repetido algo parecido en una convivencia.

Decir también que durante la intercesión del sacerdote sobre mí, sus manos que apenas me rozaban en la cabeza y los hombros, desprendían calor y he sentido hormigueo en los pies y electricidad en las piernas, que estaban muy pesadas, también como que algo salía de mí en en el pecho, dolor de cabeza y me sentía muy relajada como si me fuera a caer.

Es un poco de lo que he experimentado pero hay más de lo que puedo expresar, no es la primera vez que el Señor, gratuitamente, me hace sentir sensiblemente en una Adoración, como la vez que me hizo sentir mucho calor en la zona de los riñones mientras se decía proféticamente que el Señor estaba abrazando a alguien y sentía calor o cuando intercedieron por mí para pedir curación por la zona del colon, afectada por esta endometriosis que he dicho antes, además de las muchas palabras en fe que he recibido por medio de los intercesores.

GLORIA A DIOS que no abandona al pecador y quiere que vivamos plenos en Espíritu y Verdad por su Misericordia, sin mérito nuestro.