TESTIMONIO #163
Buenos días:
Hace unas semanas estuve con mi mujer en la Adoración de los domingos, a las que solemos asistir y disfrutar en ellas.
Al final de la Alabanza, cuando pasó el Santísimo para que nos sintamos más cerca de Él, noté, después de pasar cerca de mí, un cosquilleo en el hombro izquierdo que duró unos segundos. Inmediatamente cambió y tuve un cosquilleo de 15 segundos aproximadamente en las costillas, en la zona del hígado. Esto me sorprendió mucho, pero no sabía a qué respondía.
Reflexionando, recordé que tenía una tendinitis crónica en el hombro izquierdo que me hice hace mucho tiempo y me ha llevado a numerosos médicos y fisios, y aun con las técnicas más modernas nunca han podido curarla. Esta tendinitis no es algo que me afectara en mi vida de forma grave, solo cuando forzaba el hombro me venía un dolor que se iba haciendo más fuerte si no paraba el esfuerzo.
A partir de ese día puedo hacer los ejercicios que quiera, que no me duele nada. Ahora es el otro hombro el que se queja de agotamiento, en vez del que tuvo la tendinitis.
El cosquilleo que tuve mucho más tiempo, en el hígado, no tengo ni idea de qué enfermedad estaba sanando, pero me da la impresión que algo mucho más importante, aunque yo no sepa de qué.
Quería daros las gracias a todos los que formáis la Comunidad por hacer posible que Jesús obre estos milagros que están a la orden del día.
Un abrazo a todos.
¡GLORIA DE DIOS!