Completamente curado

Testimonio Retiro septiembre 2024, Valle de los Caídos.

Querida Comunidad:

Quiero dejar constancia, para la Gloria de Dios, de las muchas gracias que desde el minuto uno se recibieron en el pasado retiro en el Valle de los Caídos.

El Espíritu Santo se derramó con fuerza y poder… ¡casi sin preámbulos en la primera alabanza! Y así continuó hasta el último momento.

Gracias Señor por tu infinita Misericordia.

También quiero compartir y dar Gloria a Dios por la sanación de mi tobillo derecho. Hace años se me rompió y me colocaron dos placas y nueve tornillos. En los últimos meses me estaba provocando mucho dolor y me impedía andar con normalidad. Estaba a la espera de una nueva operación. Durante el ejercicio de orar por la sanción de los que estábamos allí, un hermano rezó por mi tobillo y sentí algo de mejoría, pero no gran cosa.

A lo largo de los días ha ido mejorando hasta el día de hoy, domingo 6 de octubre, que puedo decir que está completamente curado y que he recuperado la movilidad sin ningún dolor.

¡La fe mueve montañas!

¡Bendigamos al Señor!

Directo a mi corazón

Querido padre Salvador:

Quiero agradecerle profundamente por su homilía y mensajes de Facebook, los cuales siempre llegan directo a mi corazón. Cada día espero con ansias sus palabras, que nunca dejan de impactar mi corazón y de fortalecerme.

Que Dios continúe bendiciéndolo a usted y a su Comunidad.

Espero con alegría y esperanza que pronto vuelva a ofrecer un retiro online y a compartir sus enseñanzas en Instagram, ya que hacen mucho bien.

Gracias nuevamente y que Dios lo colme de bendiciones.

Impactada por el Espíritu Santo

Hola, mi nombre es Laura y estuve en la vigilia de Pentecostés en Paiporta. Durante la alabanza, se dio una palabra específica para «Laura». En ese momento, supe que era para mí porque, al escucharla, sentí un fuego interior y como si alguien me abrazara. Estaba atravesando un periodo de desierto y depresión, y esa palabra me dio una fortaleza y seguridad en el Señor indescriptibles. Salí de esa vigilia renovada y transformada.

Me hubiera encantado regresar a las Adoraciones, pero al vivir fuera, no he podido.

Mientras buscaba las Adoraciones en Facebook, encontré la del 28 de abril de 2024. Para mi gran sorpresa, el padre Salva dio una palabra para «Laura». Sentí que era nuevamente para mí. El Señor me dijo: «Con amor eterno te he amado», y me invitó a confiar y no dejar que mi alma se abatiera. Siento que Dios me está hablando a través de vosotros y no sabéis cuánto ha impactado esto en mi corazón.

Gracias por ayudar a las personas, por brindarnos palabras de vida y esperanza. Me gustaría saber si tenéis la posibilidad de hacer retiros o formaciones online. He visto muchas en Instagram, pero no me inspiran confianza. Conozco vuestra labor por gente de Alicante y porque yo misma he sido impactada por el Espíritu Santo a través de vosotros.

Que Dios siga bendiciendo vuestra labor y, por favor, no os detengáis.

Muchos tenemos hambre y sed de Dios y necesitamos refugio en un lugar seguro. Muchas gracias y disculpad la extensión del mensaje.

La paz.

Laura.

Una felicidad plena que nunca antes había sentido

Desde mi infancia llevaba arrastrando problemas emocionales que durante muchos años me han estado generando problemas de ansiedad y depresiones. Durante años he estado yendo a diferentes especialistas. He estado sometida a diferentes tratamientos médicos para curar esa ansiedad y esas depresiones.

Ante mi desesperación por no poder resolver esos problemas emocionales que tenía, me metí en la Nueva Era porque estaba buscando también luz en mi camino. Pero lo que conseguí fue todo lo contrario, ya que me vi metida en un mundo de oscuridad y de tinieblas donde lo que te venden son todo mentiras y falsas promesas y, además, abres puertas que no son de Dios. Con lo cual, una vez te metes en ese mundo, hay veces que es difícil salir de ahí, como me pasó a mí.

A finales del año pasado, mi marido y yo vimos al padre Salvador en las redes sociales, y decidimos ir a la Iglesia San Ramón. Empezamos a acudir a las Eucaristías y a las Adoraciones al Santísimo los dos domingos al mes. Yo nunca había creído en Dios ni tampoco había vivido la fe católica en mi familia.

Después de empezar a ir a las Eucaristías y a las Adoraciones al Santísimo, recibí la Gracia de la fe, donde pude sentir el inmenso Amor de Dios, y las ganas de querer compartirlo, y donde pude sentir también la Infinita Misericordia de Dios. El espíritu Santo empezó a sanar mis heridas emocionales, a darme la Gracia de poder perdonar a las personas que me habían hecho daño, a encontrar la paz interior y una felicidad plena que nunca antes había sentido y una gran fuerza interior. La ansiedad empezó poco a poco a disminuir y también esa tristeza que llevaba junto a mí desde la infancia.

Con lo cual he podido empezar a reducir la medicación que me estaba tomando para la ansiedad y la depresión, cuando antes no podía. Mi familia también ha empezado a notar cambios en mí y me dicen que están muy contentos del camino que he tomado.

Estoy inmensamente agradecida a esta Comunidad por haberme acercado a Dios, el cual a través del Espíritu Santo ha obrado ese milagro en mí, transformando mi corazón, dándome una nueva vida y haciéndome vivir con esperanza.

Para mí ha sido como volver a nacer.

Gracias.

Creatividad en la cocina

Quiero expresar mi profundo agradecimiento por las Adoraciones en el Espíritu que experimento con vosotros.

Encuentro gran inspiración en las palabras del padre Salvador, la chica que ora y los músicos, quienes transmiten una unción muy especial.

Quisiera confirmar una palabra recibida el 24 de marzo para María José, ya que me sentí muy identificada, especialmente cuando se mencionó la creatividad en la cocina. Esta palabra está fortaleciendo mi fe y me está dando el impulso necesario para seguir adelante.

Muchas gracias por esta bella labor y que Dios continúe bendiciendo esta importante tarea que hacéis.

Además, quiero señalar que a veces hay mucho ruido de fondo y puede ser perturbador. Algunas personas gritan mucho y aplauden, lo cual distrae a los demás. Sería bueno tenerlo en cuenta.

De nuevo, muchas gracias y espero que no os importe que lo mencione.

Un abrazo en Cristo.

María José.

Dios estará caminando siempre a tu lado

Este testimonio es importante, porque no solo las cosas espectaculares son testimonios. Hasta lo más pequeñito de nosotros Dios lo ama y lo conoce. Y cuando te sientes conocido, te sientes amado.

«Dios te regala una palabra. No te olvides nunca de esto: Dios estará caminando siempre a tu lado. Confía segura en su mano. Él te llevará lejos. No estás sola.»

¡Bendecimos al Señor!

Dios estará caminando siempre a tu lado - Testimonio - Comunidad Somos hijos de Dios

Todo un ejército de testigos

TESTIMONIO #200

¡Hola!

Necesito compartir la obra de Dios en mí… ¡a través de vosotros!

Os conozco desde que empezasteis a caminar, como niños pequeños llenos de entusiasmo e ilusión, guiados por la fuerza y el impulso del Espíritu Santo.

Y yo también aprendí a caminar con vosotros.

Os he visto crecer y madurar año tras año, alimentándoos sin cesar de Aquel que es el Pan de Vida Eterna: Cristo.

Y yo también he crecido con vosotros.

Os he visto luchar en medio de fuertes tempestades, refugiándoos con valentía en los brazos de Aquel que ha vencido la muerte: Jesús, el Señor.

Y yo también he logrado vencer mil batallas, luchando codo con codo a vuestro lado.

Así que solo puedo dar gracias por haberos conocido, y por dejarme formar parte de vuestra familia.

Una familia que cada día crece más y más.

Sí, porque si os detenéis, tan solo por un momento, para echar la vista atrás, podréis ver a todo un ejército de testigos que canta con alegría «¡Hemos conocido al Señor!».

Sí, hemos conocido al Señor y sus maravillas, gracias a vuestro sí al Señor.

Gracias a vuestra misión.

Así que…

¡Adelante con todo!

Hay una Comunidad orante

TESTIMONIO #199

Hola a todos, buenos días.

Quería dar las gracias a toda la Comunidad por estos días, por vuestras oraciones, vuestro apoyo, vuestro cariño, tanto a los miembros como a los amigos, y al padre Salva.

Mi familia y yo hemos sentido vuestro cariño, vuestras oraciones y la intercesión de los santos.

El otro día, durante la Adoración, mi hermano y yo no pudimos estar. Mi hermano estaba vivo antes de la Adoración, y en la habitación del hospital en el que estaba, nosotros nos conectamos por internet a la Adoración y, Jesús Eucaristía, con vosotros allí, con esa Comunidad presente, vino a llevárselo.

En el momento que nos dimos cuenta, vosotros aún seguíais Adorando al Señor y alabándolo. Y yo entonces puse un mensaje a los amigos diciendo que mi hermano había fallecido. Se lo comunican al padre Salva y el padre Salva, junto a todos vosotros y a toda una Comunidad y a una parroquia, interceden por el alma de mi hermano y hace un responso, que nosotros infinitamente agradeceremos.

Para mí ha sido un consuelo saber que hay una Comunidad orante, que se encargó de orar por mi hermano. Nosotros no podíamos, en esos momentos, orar por él, porque teníamos que salir de la habitación y… simplemente ahora me he puesto triste, pero, por otro lado, quería deciros que la Iglesia nos necesita.

La Iglesia necesita que sigamos orando por la gente, por sanación física. Mi hermano creía. Él era sordo, y siempre confió en que el Señor lo podía sanar, y el Señor lo sanó interiormente.

Simplemente os quería decir que tenemos que orar mucho, porque realmente la Iglesia nos necesita, necesita de nosotros, necesita de nosotros unidos.

Ayer fue el funeral de mi hermano. Quería daros las gracias y deciros que permanezcamos unidos en oración y en alabanza, porque he podido ver estos días la intercesión de los santos.

Mi hermano creía que el Señor lo podía sanar, y el Señor en este caso se lo quería llevar. Pero hay tantas personas, tantas personas en las que Jesús quiere hacer obras a través de nosotros. Pero las quiere hacer Él, y para ello quiere que estemos todos unidos, todos unidos en oración para poder llevar su mensaje al mundo.

Perdonar el discurso y, simplemente, una vez más, muchas gracias.

Unidos en oración.

La paz.

Gracia.

Ha sucedido hoy, dentro de un confesionario

TESTIMONIO #198

Va, yo también quiero compartir un pequeño testimonio de la acción de Dios. Es una cosa curiosa y sencilla que me ha sucedido hoy, dentro de un confesionario.

Primero, he abierto mi corazón y he confesado mis pecados (los típicos, básicamente).

Luego, la confesión ha derivado (después de comentarle que pertenecía a la Comunidad Somos hijos de Dios…) a temas de carismas y sanación.

Entonces, el sacerdote ha abierto su corazón y ha confesado sus dolencias físicas (asma, principalmente).

Y esto es lo bonito:

El sacerdote ha alzado su mano y, en el Nombre de Jesús, ha perdonado mis pecados.

Yo, una vez finalizada la confesión, he alzado mi mano y, en el Nombre de Jesús, he declarado sanación del asma.

Sanación interior para mí. Sanación física para él. Dentro de un confesionario. En el Nombre de Jesús. Amén.

Un hijo de Dios.

El quiste se redujo mucho

TESTIMONIO #197

Comparto con vosotros las maravillas que el Señor me concede contemplar por su infinita Misericordia.

Hace un tiempo, recé por un quiste que mi madre tenía en el pie, y que le causaba un fuerte dolor. En esa oración, el dolor se fue, excepto en un punto. El tamaño seguía igual y el médico le dijo que era necesario operar.

El otro día recé de nuevo por su sanación pues, además, se le había hinchado el pie. Al rezar, su pie se deshinchó y le bajó el dolor que aún tenía. Le dije que creyera en la sanación, que el Señor estaba obrando y que iba a continuar haciéndolo, que declarase con fe la sanación y que Jesús está Vivo.

Los días posteriores, el quiste se redujo mucho, siendo testigo de esto la podóloga (y yo). Ahora, queda un pequeño quiste y un dolor de 5 en un punto concreto.

La verdad es que es impresionante como, después de una oración, el Espíritu Santo sigue obrando.

Ahora toca seguir rezando para que no le tengan que operar. Ese pie se lo operaron hace años, y se lo dejaron mal después de la intervención quirúrgica. También, tiene artrosis en la cadera, y el miércoles no podía andar bien.

Recé por ella y el dolor disminuyó en ese momento. Al día siguiente, ya no tuvo que tomar medicación, porque se mantenía la sanación.

¡¡Grande es la Misericordia del Señor!!

¡¡Gloria a Dios por siempre!!

Una hija de Dios.