Para Dios no existen fronteras

TESTIMONIO #116

Gracias por compartir el Cerco de Jericó con el mundo entero.

Doy mi testimonio de sanación de migrañas e insomnio. No había querido compartir nada hasta no comprobar por lo menos dos noches. Después de dos días del padre Salvador dar las palabras de conocimiento, he podido conciliar mi sueño y estar libre de los dolores de cabeza, levantarme descansada y lúcida. Doy gracias a Dios y le doy la Gloria por haberme sanado a través de las oraciones del Cerco de Jericó con el padre Salvador Romero desde Valencia, España. Para Dios no existen fronteras.

Muy agradecida.

Dios lo bendiga, padre, y siga llevando la luz del Señor por el mundo entero. Se le espera en Monterrey, México. Pertenezco a la Renovación Carismática, si usted desea se le puede invitar. Nos encantaría tenerlo a usted también.

Dios lo bendiga.

Adelina.