TESTIMONIO #094
Estoy muy agradecida con esta Comunidad, Somos hijos de Dios, por su ayuda y acogida en momentos difíciles y de soledad.
Asistí al primer retiro en el Verbum Dei y desde ese momento el Espíritu Santo empezó a tocar mi vida y a sanarla.
Dos chicas amables y acogedoras me recibieron con muchísimo cariño y después rezaron por mí. Estas dos personas son Teresa y Adriana. Hoy día aún las sigo viendo en las Adoraciones y siempre me ayudan y siguen siendo tan amables como en aquel retiro.
Igualmente quiero mencionar a Sergio de Castellón y a Salvita de Paiporta. Son personas que realmente transmiten el Amor de Dios y están atentos con su cariño para ayudar a las personas.
Un año más tarde volví a repetir este retiro en Madrid, donde otras mujeres amables y amorosas me hicieron sentir el amor de Dios a través de sus abrazos. Si no recuerdo mal, sus nombres eran Yolanda y Belén. Carlos, el chico organizador, también muy amoroso; fue muy amable respondiendo a mis inquietudes.
Años más tarde volví a Madrid a hacer el retiro de Renovados en el Espíritu y me volví a encontrar con todas estas personas de la Comunidad, y pude conocer a otro chico que dio mucha claridad a mi vida. Luego supe que era Alejandro, el hermano de Sergio.
Con los demás miembros de la Comunidad no he tenido oportunidad de hablar, más que con Ana la cantante y con Pedro (quien tiene un pedazo de voz y de unción).
Todos sois un regalo del Cielo para estos tiempos difíciles que vivimos la humanidad entera. Con vuestra alegría y amor vais esparciendo la semilla de la esperanza y de la confianza en Dios.
No puedo dejar de nombrar al padre Salvador y darle gracias por sus enseñanzas y su entrega. Ya le conocía desde la Renovación. Es un gran sacerdote con mucho empuje y unción del Espíritu Santo.
Felicidades en vuestro aniversario. Pido a Dios que bendiga vuestras vidas para que podáis seguir siendo luz del mundo.
Un abrazo en Cristo.
Amparo N.