Hay Poder en el Nombre de Jesús

TESTIMONIO #087

¡Hay Poder en el Nombre de Jesús! ¡A Él sea la Gloria!

Quiero dar gloria al Señor por su Amor y Misericordia derramada en este retiro que acabamos de vivir.

El viernes me puso en el corazón que tenía que rezar por la sanación física de una persona que estaba en el retiro. Al día siguiente, me acerqué para rezar por su sanación. Me dijo todos los problemas de salud que tenía y empecé a rezar por cada uno de ellos. Al inicio, el enemigo me decía que mi oración no daría fruto, que no iba a pasar nada. Yo me apoyé en que es Jesús quien sana y en su misericordia.

Desde el principio noté, como al rezar por la parálisis facial, los músculos y nervios se movían, insistiendo en la oración, la descoordinación ojo-boca desapareció y la parálisis disminuyó. Además, un dolor que tenía desapareció. También recé por el esqueleto porque tenía problemas de movilidad. Mientras rezaba la columna empezó a enderezarse. Era impresionante notar cómo el Espíritu Santo movía la columna entera de abajo a arriba. El Señor le ha concedido poder andar enderezada (hacía meses que no podía).

Ha sido un regalo precioso para la persona que recibió la sanación y para mí. El Señor me defendió ante las mentiras del enemigo, que intenta que dudemos que Jesús puede utilizarnos para hacer sus obras. «En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún» (Jn 14, 12).

¡Gracias Jesús, Tú eres el Rey de Poder, el Rey de Gloria!

María.