Qué poderosa la oración

TESTIMONIO #017

Llegué al Retiro con un dolor en el pecho izquierdo muy intenso, quizás producido por heridas emocionales y sentimientos encontrados que tuve los días anteriores.

La oración de desbloqueo inició algo en mi interior y en los Laudes del sábado empecé a sentir como se «desbloqueaba» ese dolor.

Por la noche, cuando alguien dijo «dolor en el pecho izquierdo», levanté la mano y oraron por mí. Es más, Teresita me preguntó luego de la oración: «¿Sientes aún dolor?» Le dije que aún algo. Y continuaron rezando por mí.

El domingo al despertarme ya no tenía ningún dolor.

¡Gloria a Dios! Qué poderosa la oración del sábado.

¡Profundamente agradecida a Dios y a todos vosotros, instrumentos de Dios! Ha sido una renovación de mi corazón y mi mente a la Luz del Espíritu Santo. Un compromiso de «alinear» siempre todos mis pensamientos y acciones a la Luz de la Voluntad de Dios en mi vida.