CHARIS: Llamados, transformados y enviados

— Por Yolanda y Adriana

Buenos días hermanos.

Antes que nada, gracias por vuestras oraciones. Han sido un sostén para estos días. Hoy, más tranquila, puedo escribiros.

En cada bendición recibida, las recibíais también vosotros. No son solo palabras, sino de corazón. Cada uno de los que estábamos presentes os hacíamos presentes, pues como dijo Maite Pla una noche, en una rueda de compartir:

«Hemos venido al Congreso como Comunidad, no individualmente, sino en representación de toda la Comunidad Somos hijos de Dios.»

Qué alegría que estéis con ansias de que compartamos, y nosotros también estamos con esa ansia de reencontrarnos y compartiros, para que la Alegría del Espíritu Santo sea plena en Comunidad.

Puedo compartiros una perla hermosa que nos regaló Jesús el día 1 de noviembre, día nuestro y de toda la Iglesia, solemnidad de Todos los Santos.

Por gracia de Dios estuvimos ante la tumba de San Pablo, apóstol, y allí de su mano nos introdujo en las vísperas y la Santa Eucaristía que celebramos allí mismo; fue un regalazo. No éramos muchos en la Basílica y esto ayudó a vivirlo también en intimidad, al abrigo de la santidad de la Iglesia, nuestra Madre. Recibimos a Jesús Eucaristía. Este fue nuestro primer paso para poder entrar en el Congreso de CHARIS, teniendo como protector a San Pablo. Fue impresionante ponerse a los pies de Jesús y venerar el cuerpo de San Pablo. El Espíritu Santo nos tocó, y personalmente le pedí al Padre que se derramara en la Comunidad el Espíritu que también estuvo actuante y vivo en San Pablo.

Y hay más, siempre más.

CHARIS: Llamados, transformados y enviados

Le he preguntado al Señor: «¿Ahora qué?» Y me ha dado esta palabra:

Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres. Evidentemente sois una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones. Esta es la confianza que tenemos delante de Dios por Cristo. No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios, el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata mas el Espíritu da vida.

2 Corintios 3, 2-6

Con la Alegría de sabernos hijos de Dios por pura gracia.

Un abrazo.

CHARIS: Llamados, transformados y enviados

Peregrinación a Tierra Santa

Desde Tierra Santa hemos pedido por toda la Comunidad Somos hijos de Dios, para que seamos uno, unidos en el Amor que un día nos llamó a cada uno para ser parte de esta bella Comunidad. Para que seamos esas piedras vivas dirigidas por el Espíritu Santo y podamos ser aquellos que traen el Reino a la tierra para la Gloria de Dios.

En la tierra de nuestro amado Jesús hemos pedido también para que el avivamiento sea una realidad que nos convierta en llamas vivas para la glorificación de su Reino, y el Señor nos ha dado justo esta Palabra:

Sucederá después de esto que yo derramaré mi Espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Hasta en los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y realizaré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, fuego, columnas de humo. El sol se cambiará en tinieblas y la luna en sangre, ante la venida del Día de Yahveh, grande y terrible. Y sucederá que todo el que invoque el nombre de Yahveh será salvo, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá supervivencia, como ha dicho Yahveh, y entre los supervivientes estarán los que llame Yahveh.

Joel 3, 1-5

Qué bendición más grande ha sido para toda la Comunidad esta peregrinación. Somos uno, y seguro que vamos a ver muchos frutos de esta experiencia.

Oremos juntos con fe y esperanza:

María es la mujer por excelencia, porque «María es la mujer que se dejó hacer». Hay que aprender de ella a dejarnos hacer… ¿Cómo reacciono cuándo alguien me contraría? Ayúdanos, María, a decir que sí a todo lo que Dios nos pida, que nos dejemos hacer por Dios a través de ti.

¡Maranatha! ¡Ven Señor Jesús! ¡Gloria a Dios!

La gran fiesta de Pentecostés (2023)

«¿Recibisteis el Espíritu por observar la ley, o por haber respondido a la fe?»

(Gálatas 3, 2)

Por Amparo, Elvira, Mª Ángeles y Mila.

¡Gracias, Dios!

Por esta vigilia de Pentecostés.

Por medio de ella has avivado nuestra fe y has llenado nuestros corazones de regocijo.

Gracias por los dones que nos has enviado.

La fiesta de Pentecostés ha sido una experiencia muy fuerte en la que hemos visto cómo el Señor se sirve de nosotros, pese a nuestra pequeñez.

Hemos sido testigos privilegiados de cómo Dios ama a cada persona.

Sí, podemos declarar de nuevo, sin ninguna duda, que «El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres».

Muy alegres.

Alegres por haber podido vivir el gran don del Espíritu Santo.

Pentecostés 2023

La efusión del Espíritu Santo fue tremenda.

Todos nos hemos preparado en privado con Jesús, en la intimidad, con el esposo de nuestra Alma. Nos hemos arreglado para la ocasión. Estábamos esperando este Espíritu Santo, desde que nuestro querido Jesús resucitó.

El sábado por la mañana, nerviosos, atacados, con ganas de servir a todos los que se nos acercaban, tantísimos conocidos de tantos encuentros, reunidos todos en un lugar, esperando el Espíritu Santo, el que se nos había anunciado con tantas ganas, tanta fuerza.

¿Y qué le vamos a pedir? Nada, tan solo darle las gracias por venir, por tener un gran Pentecostés con tantos hermanos venidos de tantísimos lugares.

Aquí, delante del Santísimo, donde escribimos estas letras, solo podemos dar gracias.

Te damos gracias, te bendecimos Jesús, tú eres Santo, Santo, Santo.

Tú eres Santo, Santo, Santo.

Y nos ponemos a llorar.

Bajamos del Tabor.

Volvemos al combate.

Pero si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?

Solo podemos dar gracias a la Santísima Trinidad y a nuestra Madre, la Virgen de la alegría. Ella estaba con cada uno de nosotros en Pentecostés. Y cuando decimos María, decimos san José, porque van SIEMPRE juntos.

Gracias.

GRACIAS, GRACIAS. INFINITAS GRACIAS.

Testimonios

Compartimos contigo los siguientes testimonios, de una profundidad y valor incalculables. Son verdaderos diamantes preciosos. Encuentros de un alma con Su Creador. Son grandes milagros. Milagros que hemos podido ver con nuestros propios ojos. La acción del Espíritu Santo en cada una de las personas que estábamos allí. Qué regalo tan grande nos hizo el Señor: ser Sus hijos. ¡Qué lluvia de bendiciones! ¡Qué Grande es Dios! Estamos seguros de que todas las personas que estaban allí se han ido con una gran bendición. Gloria a Dios por amarnos tanto.


Nota importante de privacidad: Si algún padre no quiere que su hijo salga en la foto de la portada, rogamos que nos lo comunique a través de la sección de contacto para que podamos tomar las medidas oportunas. Muchas gracias por vuestra colaboración y comprensión.

Pentecostés 2023

Preparando Pentecostés

Por Adriana Figueroa.

Toda la Comunidad está volcada preparando el gran evento de Pentecostés.

Aunque realmente este no es un evento como tal, ya que nuestro corazón siempre tiene que estar en un proceso continuo de preparación, no solo para eventos específicos, sino para toda nuestra vida cristiana.

No podemos reunirnos juntos todos los días como Comunidad para orar, ya que no somos ni hacemos parte de una comunidad de vida, pero sí podemos, cada uno desde su casa y desde su propia vida, aportar un granito de sal para que sazone todo en esta fiesta de Pentecostés.

¿Cómo?

  • Viviendo cada día en y con la presencia de Dios, ayunando, arrepintiéndose y confesándose. Realmente examinando nuestro corazón en busca de cualquier pecado o actitud negativa que pueda obstaculizar nuestra comunión con Dios y con los hnos. (Si alguno o algunos te cuestan es un buen momento para que le pidas amor a Dios por él y lo bendigas.) Hacer esto es un acto profético que nos ayudará a disipar las tinieblas que ya quieren crear confusión y que realmente no dejan que se manifieste la gloria de Dios en todo su esplendor. Abramos verdaderamente el corazón a la gracia de Dios, si queremos realmente dejarle actuar.
  • Oración y meditación de la Palabra: Dedicar tiempo a hablar con Dios y escuchar su voz a través de la oración. Pedirle que nos ayude a estar receptivos a Él y qué es lo que quiere decirnos para este evento.
  • Intimidad con Dios: Tiempo para a Adorarle y expresarle gratitud. Cantarle, alabarle etc… Enfocando nuestra mente y corazón en la grandeza y el amor de Dios.
  • Humildad y apertura: Reconocer que el evento de Pentecostés no se trata de nosotros, sino de glorificar a Dios y aprender de Él. Mantener una actitud humilde y receptiva, dispuesto a recibir las enseñanzas (no como si todo lo supiésemos, aunque estemos sirviendo) y aceptar las correcciones que podamos tener.
  • Expectativa y fe: Cultivar una expectativa positiva y una fe firme en que Dios obrará durante el evento y que nosotros no tenemos que forzar nada, sino realmente dejarle actuar a Él. Para esto es importante la intimidad con Dios y el discernimiento desde fuera, para saber lo que Dios quiere en cada momento y no dejarnos llevar por nuestras emociones y sentimientos, porque no vamos a un partido de fútbol. Confiar en que Dios tiene un propósito para cada uno y está deseoso de que en el servicio se quiere encontrar con cada uno de nosotros. Permitamos realmente que nuestros corazones se llenen de esperanza y confianza en Él y hagamos su voluntad. Dios sabe más.
  • No juzgar, ni ahora mismo que estás leyendo este escrito, ni en el evento; y lo mejor es dejar de juzgar. Os invito a reflexionar sobre nuestro propio comportamiento y actitudes. Cultivemos la comprensión, la caridad; tratemos de comprender las circunstancias y los motivos detrás de las acciones de los demás. Practiquemos el perdón y la compasión, reconociendo que todos somos humanos y cometemos errores. Y centrémonos en Jesús y María, y en nuestro crecimiento espiritual para poder dejar a Dios actuar en nuestras vidas. Porque realmente tenemos que ser reflejo de su Gloria y que se note que de verdad tenemos al Espíritu Santo. Si hacemos estos pequeños cambios podremos abordar las diferencias o conflictos de manera constructiva, en lugar de recurrir al juicio.
  • Rosarios, novenas, etc… Todo suma.

Si queremos realmente que esta Comunidad un día llegue a ser para algunos un hogar y para otros un lugar de compartir y de vivir como hijos de Dios, anunciando el Evangelio y rescatando esas almas perdidas, empecemos por hacer cambios en nuestro interior.

Nadie va a cambiar a nadie, el cambio empieza por cada uno.

Gracias.

Bendiciones.

Inundados con su Misericordia y Redención

Por Laura Castillo.

Queremos dar las gracias a todos los que habéis estado sirviendo con vuestro trabajo y a todos los que habéis servido con vuestra oración en este nuevo retiro de «Perdón y Misericordia».

Al retiro ha venido mucha gente con un corazón tan grande que su amor y ternura nos ha traspasado. Venían buscando el Amor de Dios Padre y se han marchado inundados con su Misericordia y Redención.

Gracias, porque cada uno (en su pequeñez, que es el reflejo de la inmensidad de Dios) habéis sido una gotita de agua viva para su alma.

El Señor se complace en sus hijos, dignos herederos del Reino.

Seguimos caminando.

¡Bendiciones!

Testimonios

Más y más historias de Amor

¡Mirad qué Amor nos ha tenido el Padre!

En enero de 2022 publicamos nuestro primer libro de testimonios, «100 historias de Amor», con 100 testimonios preciosos de personas que habían sido tocadas por el Señor en algunos de nuestros eventos.

En este nuevo libro, «Más y más Amor», sumamos 50 testimonios más del Amor de Dios en acción. Lo que se relata en cada uno de los testimonios no es otra cosa que la expresión de la Misericordia Divina, una gran cantidad de personas que han podido experimentar a un Dios Vivo y Compasivo.

Puedes descargarte el libro directamente apretando a este botón:

Cuántas gracias tenemos que dar al Señor por todo lo que hace, porque es bueno, porque es eterna su Misericordia.

Para nosotros, cada testimonio y cada persona es un regalo, una bendición, una victoria del Señor. Él sigue obrando y sorprendiendo, sanando el corazón, la mente, el alma y el cuerpo. Él sigue ayudando a sus hijos pequeños amados.

Sí, porque la Palabra de Dios está viva y es eficaz. Él es fiel a su Promesa. Él está con nosotros. Contigo. Aquí. Ahora. Siempre. Abre tu corazón con cada testimonio que leas. Dale gracias por su obra y ten esa fe que Dios quiere para ti: la fe que mueve montañas, que sana enfermos y que resucita muertos.

Y Dios siempre es más. Es infinito. Si todavía tienes ganas de más y más, en el siguiente enlace podrás ver los 150 testimonios de ambos libros, y todos aquellos nuevos testimonios que vayamos publicando:

www.somoshijosdedios.org/testimonios/

Adelante: ¡Haz tu obra en mí!


¿Quieres compartir tu testimonio? Puedes hacerlo desde aquí: Contacto. ¡Gracias!

«Vida nueva en Cristo» en Carcaixent

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte; tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero, y que alumbre a todos los de la casa.

Mateo 5, 14-15

¡Gloria a Dios!

Ha sido una maravilla, un auténtico regalo poder servir y compartir con los hermanos. Es precioso lo que el Espíritu Santo hace con cada uno.

Somos testigos de la Misericordia y del poder del Espiritu Santo derramado en cada encuentro de «Vida nueva en Cristo», en esa pequeña sala que cuadraba como un Cenáculo a la espera de la llegada y derramamiento del Espiritu Santo.

Cada ponencia, testimonio y dinámica iban directas al corazón. Se ha creado realmente un ambiente de familia.

Esto es un Iglesia en movimiento. Vamos caminando poco a poco y cada uno va encontrado su llamada y don en la multiforme gracia de Dios. Somos un cuerpo y cada uno es indispensable para traer el Reino de los Cielos a la Tierra.

Dios realmente está haciendo nacer una generación de hijos e hijas del Dios vivo, que manifiestan el Cielo en la Tierra y la naturaleza del Padre en todo lugar.

Estamos llamados a la unificación del Reino dividido. No solo estamos entrando en el conocimiento de los principios, sino que viviremos el poder de la Palabra, movidos por el Espíritu Santo y nuestras vidas solo podrán ser explicadas por argumentos sobrenaturales.

Damos gracias por todo esto, por lo que Dios ha hecho, por más que hará y va haciendo. Es una maravilla nuestro Dios, nos asombra con su Amor.

¡El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres!


Testimonios «Vida nueva en Cristo»:

Lanzamos «Prophetic Live Room»

«Pero el que profetiza habla a las personas para su fortalecimiento, exhortación y consolación» (1 Corintios 14, 3).

Esta es una invitación para que te inscribas en nuestro «Cuarto Profético en Vivo». Dedicaremos un tiempo para escuchar lo que hay en el corazón de Dios para ti, oraremos juntos y nos dejaremos guiar por el Espíritu Santo.

Dios quiere bendecirte a través de sus palabras:

Perdón y Misericordia en Alicante

«Ahora somos hijos de Dios» (1 Jn 3, 2).

Con una asamblea de casi 100 personas, los días 27, 28 y 29 de enero hemos podido vivir, en Guardamar del Segura (Alicante), el retiro 1 de sanación interior, llamado «Perdón y Misericordia».

Una vez más, el Amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones, llenándonos de paz, luz y alegría.

Unidos, seguimos caminando, en los brazos del Padre.

Amén.

Rezamos por ti

Instituyó Doce, para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar.

(Mc 3, 14)

Siguiendo el ideal de nuestra Comunidad, reflejado en el versículo del Evangelio de Marcos, y enraizados en los tres pilares que sostienen y definen nuestra identidad (Comunidad Contemplativa, Carismática y Evangelizadora), hoy nos hemos puesto en camino, primero Adorando y alabando al Señor, para después salir a las calles de Paiporta anunciando a Jesús, la Buena Noticia.

A continuación hemos disfrutado de un tiempo de compartir, donde hemos podido contemplar la acción de Dios, que nunca nos abandona y que camina siempre a nuestro lado.

Gracias, Jesús.

¡Más!